LXI Vuelve hacia atrás la vista, camin… verás lo que te queda de camino; desde el oriente de tu cuna el sin… ilumina tu marcha hacia adelante.

Me dijiste: «Repíteme esa trova..… yo: «volverán...» y tú: «No, que y… de nuevo están aquí... mira aquella que está junto a mi a… con qué fijeza y qué aire tan resu…

Yo callé y tú exclamaste: «¡Qué b… el hombre se pone que cede a les c… Avanzaba una nube de luto que en un breve instante nos tapó… Y del trueno estalló una centella,

Cuando a solas recuerdo el día aci… del más amargo tragó de mi vida tan breve, me defiendo preguntándome: «ahora ¿qué me hago… para qué voy viviendo?»

Me dice don Miguel, que rato es r… y se lo creo, ¿cómo no? ignorante como soy en Linguística y nada apt… para tal ciencia y me inclino dela… de los que saben más y siempre ace…

Alto soto de torres que al ponerse tras las encinas que el celaje esm… dora a los rayos de su lumbre el p… Sol de Castilla; bosque de piedras que arrancó la h…

Me miró tu hermanita con tus ojos esta mañana y sentí del amor nuevos antojos y de una vida nueva, nueva gana. Pero de pronto desperté a la cuent…

Con tus dedos ahuesados me persignaste en la frente para ahuyentarme cuidados que me nublaban la frente. Hoy cuando la frente inclino

Es á la sombra del silencio santo bajo el silencio de la sombra augu… lánguidamente va volando el canto de una campana sobre la robusta rocosa serranía á la que el llanto

«Los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él.» Es lo que dicen los tontos cuando han perdido la fe en su tontería misma,

Eres tú mi poesía, eres tú mi creación, eres tú, Teresa mía, tronco de mi corazón. Tú me has dado Ja palabra

center Todos los de mi sangre, de mi raza… duermen en tierra; loes más desde hace siglos; en tierra mi Teresa...

«Mira—me dijo, el dedo al encendid… poniente, todo hecho sangrientas f… esos son los volantes del vestido de Nuestra Señora de los Dolores.… «La de las siete espadas?» «Sí, l…

Cuando te dió la tos, con el pañue… te tapaste la boca; y yo leí en tus ojos, en mi cielo, teda tu angustia loca. Me ocultaste las rosas de tu pecho…

La historia universal de una mañan… de nuestra villa querríamos saber, desde la hora en que suena la camp… de la capilla