Yo, tranquilo, serenamente plantado...
Depósito a las naciones extranjeras,
A los Estados y entre otros países
Mi poesía para quién todavía escribo:
Hacia el jardín del bello mundo,
Para quién mi dulce prosa la leyera.
En este momento celebro a mi mismo
Mirando el cielo infinito...
Porque no me cierran sus puertas,
¡Oh mi poesía, sé que me han acusado!
De llevarlas a donde yo quiera,
En las sendas no holladas
Y en el camino: del que se encuentra.
¡Yo no canto para mí mismo!
¡Yo soy vida, para futuros poetas!