Señor: yo seré un ciego en tu barca.
Mientras tu luz me ciegue, mis ojos lloren,
Y bajo tu mirada de siniestro patriarca
Las mías te ruegan, en bajo acento, oren.
Yo iré como pájaro cantando por el río.
Y llevaré en tu barca todas mis tristezas,
Esperaré en las ondas del arroyo sombrío
Buscando piedad para aliviar mis penas.
Ya tengo suficiente, por ese reproche.
Que llevo como cruz dentro del corazón,
Lloro pidiendo perdón toda mi noche
Que tu maestro me concedas el perdón.
Señor, por más que no quieras perdonarme
Y me hagas a un lado, en el terror maestro,
Yo en tu barca seré como un escándalo
Que reclama misericordia a tu encuentro.
Y cuando quieras dejarme, a la orilla del río,
Extenuado de sombra, de miedo y de frío,
El miedo ablande el rigor con el llanto que derrame. Que mi ignorancia te reclame:
¡Oh Dios mío!...