Lágrimas de dolor que me súplica
Que ya no tenga ganas de llorar,
Porque es un mal que me salpica
En un llanto que no deja de cesar.
Que la noche destejerá su manto
Que la luna ya no me verá llorar,
Que la poesía pasó a ser el canto
Que mis ojos no pudieron parar.
Quién se fue y quién vendrá ahora
Al corazón no le va a importar,
En triste soledad en la que llora.
El alma más tendrá que soportar
Que todo es terrible en la hora,
Y que todos aprendemos a llorar.