Ignoro, ciertamente todavía
Porque fui a ver esta película de llanto,
Tan sólo sé, que fue de mi poeta;
Que su lectura me lleno de encanto.
Y el cine, le dio la vida, nuevamente
A sus poesías tan hermosas,
Que se acabe las risas mientras tanto
Vemos con amor sus bellas obras.
Hagamos que la sala se ilumine,
Somos, espectadores que apreciamos,
Y vemos llenar el infinito;
De este romántico florecido espacio.
Hemos visto, es tanta la hermosura,
Al último vemos, y la ignoramos,
A muchos, no les agrada la muerte,
Y para a otros, vamos suspirando.