AL OFRECERLE UNA DE MIS ROSAS
Al ofrecerle una de mis rosas
Al ofrecerle una de mis rosas
Orgullosa se acerco y me dijo;
No hay otra más hermosa,
Jardinero déjame que yo elijo.
A pesar de su hermoso color,
Su belleza y su fragancia,
Ella respondió con arrogancia:
Prefiero otra que sea mejor.
Despreciaste tu de mis rosas
Que arranqué de mi jardín,
Fuiste como todas las cosas
Asesina de un buen paladín.