Toma, el último verso; quiero darte
Como último recuerdo de mi vida,
Esta poesía que fue última vencida
Fue su última manera de amarte.
Mi triste ofrenda de mi inútil arte,
La dejo a tu puerta abandonada,
Aunque en tus manos despiadada
Pongas mi corazón en otra parte.
Más cada gesto que de ti nombre,
Será como un sonido melodioso,
A unos dulces y buenos martirios.
Si algún día tu amor sea generoso,
Estaré a tus pies con unos lirios,
De vuelta con mi ser tan amoroso.