¡Cuídate, mujer, de tu propia enseñanza!
¡Cuídate de todo lo que has dicho,
Cuídate si ya no me tienes confianza!
¡Cuídate a pesar de todo ese capricho!
¡Cuídate de la víctima a pesar suyo,
Cuídate y antes de que cante el gallo,
Niega tres veces lo que fue tuyo!
¡Cuídate de todo: más en silencio callo!
¡Cuídate más de los juegos amorosos,
Cuídate en cada rincón de las ciudades,
Cuídate de los falsos y poderosos!
Cuídate de los que pasean por los calles.
¡Cuídate como yo supe cuidarte,
Cuídate como yo igual supe quererte,
Cuídate y pon empeño de tu parte!
¡Cuídate aunque ya nunca he de verte!