Linda flor que luces desde mi ventana;
Cómo un extasis divino que provocas,
Te pido que ilumine con tu luz mi alma
La bella ilusión que mi corazón toca.
¡Soy aquel! _ que te llevo en mi mente;
En medio de toda distancias lejanas,
Cómo una vaga triste ilusión perdida
Que llora al no verte mi estrella lejana.
Y sueño en el cielo que estoy contigo;
Mis manos pintan tu linda sonrisa,
Y serafines adornan tu sedoso cuerpo
Cómo si fueras diosa, de rosa divina.
Y dibujos claveles en todo firmamento;
Expresando tu tierna infantil alegría,
El jardín de la luna con su velo dorada
Le dan un toque de galantes armonías.
Y tras seguir la sed de tus labios rojos;
Aquel que sueña e implora tocarlos,
Con el pétalo dulce de una rosa roja
Y dejar mis huellas en tus labios rasos.