Mujer guayaquileña, no hay quien no te admire,
Que no diga con mucha cortesía,
Que vuestros ojos no hay quien os te mire
Si tu hermosura es vuestra elegía.
¿No intimidéis con tu belleza a vuestro ojos,
Que se fijan a tu amor en estreno,
Con cuidado en especial a vuestros antojos
Para esas miradas con ojos de bueno.
Porque de ti saque ciertos poemas hermosos,
Inspirado en tu belleza mi cómica poesía,
Gracias a todo de ti y a tus preciosos ojos
Entenderéis, que eres mi capricho y mi elegía.