De libertad, sublime y glorïoso,
El pendón recibid, camagüeyanos;
Con entusiasmo desplegadlo ufanos,
Que ha llegado el momento venturoso.
Hacedlo que tremole siempre hermoso
En vuestras firmes y valientes manos,
Y el que ostentan los déspotas hispanos,
Destruid con su influjo portentoso.
Valientes, combatid, mientras al cielo
Una plegaria alzamos fervorosa,
Para que Dios nos dé pronto el consuelo
De libre ver a nuestra patria hermosa.
Combatid, combatid, que la victoria
Risueña os muestra el campo de la gloria.