#1891 #EscritoresCubanos #VersosSencillos
Traidor! Con qué arma de oro Me has cautivado? Pues yo tengo coraza De hierro áspero. Hiela el dolor: el pecho
Yo visitaré anhelante Los rincones donde a solas Estuvimos yo y mi amante Retozando con las olas. Solos los dos estuvimos,
Yo soy un hombre sincero De donde crece la palma, Y antes de morirme quiero Echar mis versos del alma. Yo vengo de todas partes,
Ya sé: de carne se puede Hacer una flor: se puede, Con el poder del cariño, Hacer un cielo,—¡y un niño! De carne se hace también
Iba un niño travieso Cazando mariposas; Las cazaba el bribón, les daba un… Y después las soltaba entre las ro… Por tierra, en un estero,
De mis tristes estudios, de mis so… Nauseabundas y bárbaras, resurjo Lleno el pecho jovial de un amor l… Por la mujer hermosa y la poesía: ¡Siempre juntas las dos! Dos ojos…
Como nacen las palmas en la arena Y la rosa en la orilla al mar salo… Así de mi dolor mis versos surgen Convulsos, encendidos, perfumados. Tal en los mares sobre el agua ver…
La noche es la propicia Amiga de los versos. Quebrantada, Como la mies bajo la trilla, nace En las horas ruidosas la Poesía. A la creación la oscuridad convien…
¡Cuentan las cosas con tantas palabras raras, y uno no las puede entender!: como cuando le dicen ahora a uno en la Exposición de París: «Tome una djirincka—¡djirincka!—y vea en un momen...
Cuentan que un viajero llegó un día a Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba a donde estaba la estatua de B...
Tienes el don, tienes el verso, ti… Todo el valor de ti, tienes la alt… Resolución que arrostra y que caut… Y llama las coronas a las sienes. Tienes la fuga, el verbo, los desd…
De mis versos ¿qué me queda? No te diré yo quién soy. Nadie lo sabe: yo voy Como ola ardiente que rueda.
Pinta mi amigo el pintor Sus angelones dorados, En nubes arrodillados, Con soles alrededor. Pínteme con sus pinceles
¿Flores? No quiero flores! Las de… Quisiera yo segar! Cruja, cual falda De monte roto, esta cansada veste Que me encinta y engrilla con sus…
De sus pestañas al peso el ancho párpado entorna, lirio que, al sol que se torna, se cierra pidiendo un beso. Y luego como fragante