#Cubanos #Habaneros #Modernismo #SigloXIX #LaEdadDeOro
¿Me casé? Yo me casé Con un cestillo de nubes: Y en la noche de mis bodas Vi que era un cesto de cintas azul… Y vi el cesto, yo lo vi
Si ves un monte de espumas, Es mi verso lo que ves: Mi verso es un monte, y es Un abanico de plumas. Mi verso es como un puñal
Ved: sentado lo llevo Sobre mi hombro: Oculto va, y visible Para mí sólo: Él me ciñe las sienes
Sin pompa falsa ¡oh árabe! saludo Tu libertad, tu tienda y tu caball… Como se ven desde la mar las cumbr… De la tierra, tal miro en mi memor… Mis instantes felices: sólo han si…
¡Tú flotas sobre todo, Hijo del alma! De la revuelta noche Las oleadas, En mi seno desnudo
Hijo, en tu busca Cruzo los mares: Las olas buenas A ti me traen: Los aires frescos
Deja ¡oh mi esposo! la labor causa… Que tus hermosas fuerzas aniquila. Y ven bajo la bóveda tranquila De nuestro lecho azul, con tu ador… Y alcé los ojos de mi libro, y vil…
¡Venid, tábanos fieros, Venid, chacales, Y muevan trompa y diente Y en horda ataquen, Y cual tigre a bisonte
En el extraño bazar Del amor, junto al mar, La perla triste y sin par Le tocó por suerte a Agar. Agar, de tanto tenerla
De puntillas, de puntillas, para no despertar a Piedad, entran en el cuarto de dormir el padre y la madre. Vienen riéndose, como dos muchachones. Vienen de la mano, como dos muchachos. ...
De mis tristes estudios, de mis so… Nauseabundas y bárbaras, resurjo Lleno el pecho jovial de un amor l… Por la mujer hermosa y la poesía: ¡Siempre juntas las dos! Dos ojos…
Surcando el mar, pidiendo a las in… Olas del Golfo espacio y albedrío Al par llegamos, tú con tus poetas… Yo con el mal de un alma en el vac… Los dos trajimos a esta tierra bel…
Hoja tras hoja de papel consumo: Rasgos, consejos, iras, letras fie… Que parecen espadas: Lo que escri… Por compasión lo borro, porque el… El crimen es al fin de mis hermano…
Sé de un pintor atrevido Que sale a pintar contento Sobre la tela del viento Y la espuma del olvido. Yo sé de un pintor gigante,
La montaña y la ardilla Tuvieron su querella: —«¡Váyase usted allá, presumidilla… Dijo con furia aquélla; A lo que respondió la astuta ardil…