Si ves un monte de espumas,
Es mi verso lo que ves:
Mi verso es un monte, y es
Un abanico de plumas.
Mi verso es como un puñal
Que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral.
Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo.
Mi verso al valiente agrada:
Mi verso, breve y sincero,
Es del vigor del acero
Con que se funde la espada.
Alfredo Jiménez G.
9aFirme sobre la tierra, bien afincado en la realidad y al mismo tiempo ligero de gracia que hasta vuela al viento. Es por vocación decidídamente justiciero y heraldo de la paz. Pródigo de perfección y maravillas, a veces nos parece frágil y en la siguiente línea es imponente. Hasta el intrépido iletrado lo valora y lo canta porque lo representa y sabe que su autor es un Apostol de la Libertad...
Así es el verso del Poeta José Martí como la espada que sale en diestro mandoble cuando es necesario y después reposa en todo el esplendor de su belleza y precisión, siempre al servicio de las causas genuinamente justas.
No hay nada mejor para definir el verso de Martí que sus propios "Versos sencillos" que todos hemos cantado alguna vez.
Alfredo Jiménez G.
8aFuerte y resplandeciente como algunos metales y con la ligera gracia de una pluma al viento, así es el verso de Martí. Encumbrado por el mérito de su calidad es imponente montaña y al mismo tiempo subterráneo como un río que corre en el subsuelo, puro y limpio. Es el verso de un hombre íntegro que dio la vida por sus ideales de libertad. Es un verso sencillo, transparente, ubicuo y poderoso como el agua. Es el verso de un verdadero Poeta.