Aliiiirio. Aliiiirio Bengoa. Demasiado clamor para ser escuchado a las siete y media de la mañana. Pero allí está el hombre, agitando los brazos desde la vereda de enfrente y gritando A...

Ésta debe ser la trigésima despedida. Es un trámite que Fernando Varengo conoce de sobra. Como testigo, claro; no como viajero. Asistir a la normal y apasionada discusión de Migue...

Como casi siempre, al descubrirse, el desnudo y la desnuda se asombran de sus desnudeces. Como casi siempre, éstas son mejores que las de la memoria. Por supuesto, son jóvenes. Él es el...

Te anuncio tierravirgen que parirá… después de resecarte dividida y de… gota de sangre como abono inespera… después de hindirte surco abrirte… misión de consternar los atardecer…

Cuando Jesús arrojó del templo a los estupefactos mercaderes los defenestrados juraron vengarse durante casi dos milenios se reuni… en Roma en París en Wall Street

Soy mi huésped nocturno en dosis mínimas y uso la noche para despojarme de la modestia

Oiga, che—me dijo Medardo Robles, a eso de las dos de la madrugada, en el Café y Bar La Redoblona, mientras empinaba despacito su quinto o sexto espinillar—, ¿por qué no escribe un cuen...

Otra vez estoy solo tan hondamente solo que no siento la ayuda ni el calor

Preciso tiempo necesito ese tiempo que otros dejan abandonado porque les sobra o ya no saben qué hacer con él tiempo

Con dos miradas miro dos paisajes aquí el fragor labrado surco a surco