Mario Benedetti
En el muro quedaron los tatuajes del juego
el tiempo me conmina pero no me doblego
siento a pesar de todo frutal desasosiego
y el código de agobios lo dejo para luego
 
antes de que el crepúsculo en noche se convierta
y se duerma la calle y se entorne la puerta
a solas con mi pobre madurez inexperta
quiero que mi demanda se encuentre con tu oferta
 
no es bueno que la astucia me busque a la deriva
como si el amor fuera sólo una tentativa
y ya que ahora asombras a mi alma votiva
confío en que asombrado tu cuerpo me reciba
 
nos consta que el presente es breve y es impuro
pero cuando los torsos celebren su conjuro
y llamen nuestros ojos cual brasas en lo oscuro
sólo entonces sabremos cómo será el futuro
 
aspiro a que tu suerte de nuevo me rescate
del frío y de la sombra del tedio y el combate
la gloria nos espera sola en su escaparate
mientras tú y yo probamos la sal y el disparate
 
sola en su desafío nos espera la gloria
y con su habilidad veterana y suasoria
entre nosotros borra la línea divisoria
y nuestros pies se buscan para empezar la historia
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