#EscritoresUruguayos #SigloXX #SigloXXI #1988 #VientosDelExilio
El goce siempre supo tratar a la t… meterse en ella / desguazarla aprovechar lo mejorcito de su pena y hasta robarle lágrimas porque de… la gente también llora de alegría
Al principio eras niño como yo pero mucho más ágil no sólo me advertías de la baldosa floja
Sabes Gustavo Adolfo en cualquier año de éstos ya no van a volver las golondrinas
Roque Leonel Ibero Rigoberto Ricardo, Paco Otto-René Javier cuántas veces y en cuántos enjambr… los habrán (mal) tratado de pequeñ… se habrán quedado solos con su ant…
La anestesia me introduce en una p… me recompensa con una borrachera d… no la mía / otra infancia / la que… me brinda un perro fiel que corre… y vuelve a mí con un crucifijo ent…
En esta noche de pálpitos y conjur… en esta noche flamante habitan tan… la del labriego la del farero la d… la del cocuyo la del murciélago la… noche con sábanas de fruición y ta…
No es preciso que sea mensajera / la paloma sencilla en tu ventana te informa que el dolor empieza a columpiarse en el olvido y llego desde mí para decirte
Si cada hora viene con su muerte si el tiempo es una cueva de ladro… los aires ya no son los buenos air… la vida es nada más que un blanco… usted preguntará por qué cantamos
Éste es el epicentro del insomnio… la luna que atraviesa las persiana… pone rejas en la pared del sur / el cielo raso está desvanecido repaso los centímetros del día
Todo mandato es minucioso y cruel me gustan las frugales transgresiones por ejemplo inventar el buen
Tengo miedo de verte necesidad de verte esperanza de verte desazones de verte tengo ganas de hallarte
Sólo hasta ayer fui joven hoy empecé a ser viejo desde el mal bienestar
El fulano está insomne y la mengana surca su noche de recelos él traga sus tabletas porque intenta dormirse
Hay quienes imaginan el olvido como un depósito desierto / una cosecha de la nada y sin embargo el olvido está lleno de memoria hay rincones del odio por ejemplo
Mirate así qué cangrejo monstruoso atenazó tu… qué paliza paterna te generó cobar… qué tristes sumisiones te hicieron…