Kaotica

Querido abuelo

A mi querido abuelo:
tu amor me da la fuerza y la templanza que necesito. Te echo de menos; no te olvido.

Querido abuelo,
guardián de mi alma, hombre de acero
Tu honor abrió paso en mi sendero,
como faro que a un navío perdido alumbra en la mar,
como el predicar de la biblia en boca de un fiel misionero
 
Abuelo,
el bailar de tus dedos me dejaste como herencia
y la pasión por la escritura en una máquina vieja
La terquedad del carnero, que nuestra fecha representa,
en un mes de abril vacío, que cada año tu falta más lamenta
 
Abuelo,
en mi mente aún te agarro de la mano al andar
y siento tu amor en cada flor que me paro a mirar
Al llegar a campo santo acompañas mi tristeza convertido en lluvia,
y salgo con el sol en la nuca, que me acaricia en tu lugar
 
Abuelo,
tu recuerdo me envuelve,
como las nubes al alba después de una noche de tempestad
Tu esencia me guía, y del viento me dejo llevar
pues sé que la brisa lleva tu nombre
y de ella nació mi voluntad

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