Marina Córdoba

Transgresión

"Si de pronto una pintura se anima y el niño florentino que miras ardientemente extiende una mano y te invita a permanecer a su lado en la terrible dicha de ser un objeto a mirar y admirar. No (dije), para ser dos hay que ser distintos. Yo estoy fuera del marco pero el modo de ofrendarse es el mismo."

 
Noctambulo balcón vacío, silencio
Fútil ceniza monocromática
De muertes anónimas e irresueltas
Entretejen los aullidos
De aquel que se ha perdido a sí mismo
En el reflejo del agua negra
 
Los dedos del alba ahorcando
Suavemente, el cuello del vástago abandonado
Yacerá aún, en su suerte
Inconsciente de la existencia,
En el umbral de la puerta
Y permanece entreabierta
 
Irrelevante a los ojos
De quien no haya nadado
En lentos cauces
Temprana ausencia
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