Marina Córdoba

Libres

Me dijo hace mucho una amiga
Que los ojos le pesaban
De la manera más insoportable
Si se los miraba al espejo un largo rato

Yo sé que mi retina se resiste
Hasta si poso la mirada sobre una faja
De luz tierna que se arrastre
Abriéndose paso al horizonte
En la cuadratura de una esquina
Me impiden la vista todas las manchas plateadas
Las siluetas de tu cuerpo son figurines que se recortan
Son formas puras sobre un paisaje percudido

Te miro, mareada, me balanceo en los tobillos:
¡Dame la mano!
Así salto, en ojotas, sobre los charcos:
Alucino, que mis ojos, me dejarán superponerte sobre vos misma
Y vestida de blanco estarás brillante
Como la superficie más espejada
Yo río a carcajadas porque me siento poderosa
Manipulo los sentidos para así poder mirarte
Durante más tiempo que el tiempo efectivo

Ahora: si ajena al sopor me arrastro
Las piernas como sogas, con las manos, seré
Blanda y escurriré
Con mi sombra por las rejas
Como un insecto acuático, o un animal pequeño,
Para meterme en cualquier parte

Ahora: el futuro es infinito porque es de madrugada
Entonces, me invento un cuento o un sueño insólito:

Algún día entrar de okupas a una casa
Mirarla por todos todos lados
Vos, fotografiás todo lo que tenga para arreglar y mientras tanto
Yo cavo un túnel por debajo
Y en el futuro podemos argumentar que es nuestra
Toda nuestra esta casona
Porque aquel túnel lo cavamos en otro milenio y lo estuvimos cuidando de la intemperie durante muchísimos años
Y que íbamos porque ahí no había nadie y reptábamos por un túnel y llevábamos por ahí todo lo necesario para convertir la pocilga hedionda en un pa-la-cio
Y    todo pero todo hacerlo con nuestras propias manos y vos ahí me decís que me calle un poco y mirás en torno nuestro – yo a penas me ofendo, la verdad, porque te estoy revelando algo íntimo, aunque sea totalmente ficticio pero yo te juro, amiga, que si vos me decís que me ayudás a cavar el túnel ahora, lo hacemos ahora boluda, olvidate – me interrumpís:
“Yo quería un par de puchos,
Pero, mirá,
Ya no sé a donde carajo fuimos a parar”

Pero saliendo el sol esa mañana
Rebalso de energía, soy
En tu abrazo todavía una niña
Me permito contarte todo delirio y fantasía
En mi mundo ingenuo estás acá todavía
Y nada nunca jamás se nos complica

Sacudo la ceniza y me cae entre las piernas
Me estiro en el piso al lado tuyo
Está todo hirviendo
Al sol – a penas puedo ver,
Busco bajo mis lentes tu mancha inquisidora
Asesina – asoma bajo tus dedos
La mirada que me habla:
Confirmame que querés irte
De acá conmigo para siempre aunque sea mentira

La simplicidad del mundo que nos rodea me inspira
Todas las más falsas y prominentes e inocuas sonrisas

En momentos de cordura rogué por perdernos:
Si estoy soñando en la calle
Entre la gente—
Anclo en un punto inamovible la mirada:
Intento sentirme más viva
O puesto mejor, más viva que ayer
Le sonrío a un extraño – sin intención de cortejo,
Como me enseñaste vos, a sonreír
En el espejo
Sutilmente, como si fuera fácil, y hacerlo
Porque sí, porque somos bellas, y se nos da naturalmente

Tiempo no me queda demasiado
Ahora aprovecho
A hacer más cosas que generalmente no me dejo –:
Llevo, como un velo, las mejillas sonrosadas
Su hiel impaciente dejo hervir por dentro mío
Me pinto los ojos de azul y los labios al rojo vivo

Y bailo sin nadie porque quiero
Soy una chica sola, me pido los tragos con soda
Y tomo un café y como un cruasán
En varios lugares, pero todos muy chic
Y me visto con camisas solo para sacarme fotos
En los espejos de los lugares donde nadie se mira

Y bailo con otro cuerpo que es una presencia genérica
O una cáscara vacía: sufro mis zapatos, porque vos no me dejaste
Salir en zapatillas
No me pinté las uñas
Tampoco me lavé el pelo – es recién la una, tengo hambre, tengo sueño
Quiero irme, te digo. No, la verdad es que no envidio
Que vos sí hayas logrado congeniar con otro hombre
Y que a mí un hombre solo me dé hambre
Y sueño – pero además, sed – quiero otro trago, te digo. Primero, deshagámonos de él

Soy una esclava de la juventud y abundo, como todas, en deseos
Al salir el sol de la mañana
Guardás entre las tuyas mi mano tan sudada
Yo descargo sobre un vaso
De vino cuajado o líquido violáceo
Un taco negro de ceniza acumulada
Cae, en el recipiente, por un golpe de suerte
La mitad fugitiva de mi cigarro

Y me mirás performar un baile inusual entre esa mugre de gente inmóvil – decís
Que amás mi cara y que soy linda y que si quiero, me prestás labial
Que baile así, y que baile más
Y yo me río, por primera vez en la noche – sacudo el cigarro:
La muerte son los demás, y el mundo es solo esto
Si solo esto mirás

Relumbra con vetas doradas
El sol mullido sobre nuestras cabezas
Desde aquel refugio de mentiras, sueño
Pastos altos me rozan las canillas
Y el agua helada empapa mis pies
Aprisionados, en estos zapatos, que son caros, y los odio porque son incómodos y son una mierda y me sangran los tobillos pero ahora que estoy con vos y finalmente me los saco
Descalza, me olvido de todo,
Me despinto los ojos, me hacés bailar – yo, con vos, acepto toda invitación
Al retorno de las formas blandas

Y entonces reírse es tan fácil la vida muy simple todo es liviano
Nada se nos complica y estamos en un lugar único
Donde, con la mayor de las intensidades, nos miramos
Eso interpreto cuando me decís:
“Boluda, mirá, que lindo en donde estamos”.

Yo sigo sin dormir
Pero aún cuando sí pueda
Seguiré mirándote hambrienta
Estás tiesa, como yo,
Porque soy feliz – somos felices, sí. ¡Al fin!
Somos chicas libres y modernas
Porque no sentimos nada
Independientes, desapegadas
Tenemos las retinas
De madrugadas, deformadas
Tenemos más rutinas
Que necesidades improvisadas
Queremos ser jóvenes
Aunque nos torture la libertad facciosa
Una mística toda mal escrita
Una imaginería – una acumulación de vacío – una sed de experiencia que no existe
Toda resquebrajada– toda rota, inconexa o desconectada
Todo mal pensado – todo chirriante – todo forzado
Todo, amiga, nos vino mal de fábrica

Pero en un rapto de optimismo
Digo que me saco los zapatos y soy libre
De la manera más ficticia, placentera y trillada

Pidiéndome que sueñe y que baile
Lo que quise, se me escapó en aquel instante:
Guardarte para siempre en mi ilusión retineana
Que permanezcas, sobre vos misma, más nítida estampada
Y que en un horizonte imposible
Crezcas entre los vellos de la tierra y yo te encuentre
Otra vez en otra parte
Al próximo día o al instante

Por pudor o por miedo no me atrevo
A fijar la mirada nunca más
En otra parte de nuevo

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