El sabio estima a todos, porque cada persona tiene una virtud.
Son carruajes llevados por cisnes alados relucientes y blancos.
Importante es ser discreto al hablar.
No vayas tan rápido goza de cada momento feliz de a poco.
Agradece por todo lo que recibes.
Tú, Madre sembradora de soles que en el cielo tejes
La felicidad crece al ser compartida.
La calma se posa en las piedras serenas. ellas no tienen esperanzas ni angustioso devenir.
El sol abraza la tierra con sus cálidos rayos.
Mi prisión repleta de jaurías de lobos furios… se convirtió en coloridas aves de dulce cantar.
El tiempo tiene su labor en el telar convulsionado del tiempo.
Los errores provienen de la impaciencia humana.
La estrella de duro diamante duerme sobre la pizarra negra del firmamento.
Rayos de sol amarilleaban el pasto rústico de las praderas.
Vertí blancas lágrimas como tiara de azahares. En honor y homenaje al fallecimie…