Gorrión, Gorrión ¿A dónde vas? A volar, niño, a volar. Quedate conmigo un poco más, feliz tu canto me hace, lindo de veras es.

NADIE sin rostro oscuridad y silencio en el valle del olvido. @María José Luque

Cerré los ojos y vi el mar, la lenta agonía de mi ser, acunada por la sal, dormida en su regazo me quedé. Acercándome a la vida,

Entre los rizos de mi melena se enreda el sol, fiel confidente tuyo quien en estacionaria queda abrazada a tu sereno oleaje

Ocultos entre las sombras bajo las nubes efluvios emanan tus entrañas domeñando luces. Cuando la cruz bajo la que habitas

A la bandera la roza el viento más tú estas en el recuerdo del ti… el fuego llego a tu tierra y la lleno de violencia y desdespe… más tú estabas en el recuerdo.

Momentos en que una mirada busca a otra necesitando ese mudo diálogo que calme el alma cuando hacia el tránsito se camina

De tu pecho fluía la vida más tú no la querías dormitabas en silencio, a su vera más ni tan siquiera le oías. Lloraba desconsolado

En la mudez de la noche el silencio acosa tu cuerpo tus miedos dan vida a la noche vistes los momentos de ausencias Dejas la cena en la nevera

Ronronea, mama dormita, ojitos curiosea siempre vigilante, le arropa. Regazo ardiente. Duerme tranquilo, ojitos.

Entre dos aguas el cauce de la vida, utopía que decrece en el atardecer del día. Caudal que el cuerpo regula

Aristas se dibujan en el aire vibran espacios triangulares se difuminan las formas círculos concéntricos enlazan atraen y repelen sin sentido

Dulce tarde de otoño junto al cálido hogar repiqueteas en la ventana invitándome a pasear la mirada inquieta