Un día pensé tenerlo todo.
Un día creí poder controlar el mundo.
Creí saber olvidar sin esfuerzo,
creí amar por despecho,
llorar sin quererlo
y esperar sin desesperar...
En realidad creí creer.
Pero comprendí que los sueños no son solo sueños,
que hay algo mágico en ellos.
Que las heridas del corazón
no son fáciles de cerrar,
que las cicatrices duran de por vida
y que solo el amor puede aliviar el dolor.
Que un abrazo es capaz de callar el llanto del alma
aunque se marchiten los ojos de tanto llorar.
Comprendí que cada lágrima corre por alguna razón,
desde que nace en los ojos hasta que termina de caer.
Comprendí al silencio y lo mucho que significa
en momentos que no hacen falta las palabras.
Aprendí de los errores del pasado, pero no a evitarlos.
defendí lo mio y entendí lo importante que son los amigos.
Lo necesario que es un abrazo
cuando nos duele el alma...
entendí muchas cosas de la vida,
aunque aún no la comprendo...
Y aprendí de ella sin ganas de aprender!!