Ya podéis perdonarme:
ya no soy malo.
ya nada me asombra,
por tanto nada me indigna,
a nadie aborrezco,
todo lo asumo.
Ya todo lo espero,
por tanto nada me hiere,
a nadie lapido,
a todos abrazo.
Ya nada ambiciono,
por tanto a nadie persigo,
de nada presumo,
a nadie hago sombra.
Ya yo no soy malo,
aunque, os lo advierto,
algunos resabios me quedan
de cuando fui humano.