Me tienes aquí impaciente, esperando, extrañando como tonto, me falta tu mente vibrante, tu habilidad de pintarme el cielo y moverme el suelo.
Tu conocimiento enciclopédico sobre el desastre que soy, como es que sabes cuando algo me molesta y que soy torpe y que siempre hablo de mas.
Extraño tus silencios, esas pausas errantes, tu continua pelea diciendo no, lastimarme u ocultar la verdad.
Me falta tu manía de dibujar lineas uniendo mis lunares como constelaciones que solo tu conoces, la guía perfecta entre tu y mis deseos.
Me tienes acá, queriendo pronunciar tu nombre en voz alta, como si no fuera suficiente tu ausencia, hablando solo, perdiendo la cordura, solo silencio, no hay respuesta, ese silencio, tu sabes cual; ese que duele mas que una mañana sin café.