En ocasiones, raramente, solía encenderse el salón al atardecer, y el sonido del piano llenaba la casa, acogiéndome cuando yo llegaba al pie de la escalera de mármol hueca y resonante, ...

Por el campo tranquilo de septiemb… del álamo amarillo alguna hoja, como una estrella rota, girando al suelo viene. Si así el alma inconsciente,

Va la brisa reciente por el espacio esbelta, y en las hojas cantando abre una primavera. Sobre el límpido abismo

Urbano y dulce revuelo suscitando fresca brisa para sazón de sonrisa que agosta el ardor del suelo; pues si aquel mudo señuelo

Sombra hecha de luz, que templando repele, es fuego con nieve el andaluz. Enigma al trasluz,

Como una vela sobre el mar resume ese azulado afán que se lev… hasta las estrellas futuras, hecho escala de olas por donde pies divinos descienden…

Tus ojos son de donde la nieve no ha manchado la luz, y entre las palmas el aire invisible es de claro.

Así como en la roca nunca vemos La clara flor abrirse, Entre un pueblo hosco y duro No brilla hermosamente El fresco y alto ornato de la vida…

Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada en… Sobre la cual el viento escapa a s…

La plaza sola (gris el aire, negros los árboles, la tierra manchada por la nieve), parecía, no realidad, mas copia triste sin realidad. Entonces,

Escondido en los muros este jardín me brinda sus ramas y sus aguas de secreta delicia. Qué silencio. ¿Es así

Verdor nuevo los espinos tienen ya por la colina, toda de púrpura y nieve en el aire estremecida. Cuántos cielos florecidos

¿Mi tierra? Mi tierra eres tú. ¿Mi gente? Mi gente eres tú. El destierro y la muerte

Con tal vehemencia el viento viene del mar, que sus sones elementales contagian el silencio de la noche. Solo en tu cama le escuchas

He venido para ver semblantes Amables como viejas escobas, He venido para ver las sombras Que desde lejos me sonríen. He venido para ver los muros