Te alabaré, Señor, con todo mi co… y así declararé tus maravillas. Con melodía entonaré tus himnos, ¡oh, Altísimo! Te has sentado en el trono de los…
—El reloj gobierna las cosas, este… El reloj detiene la puerta, los de… El reloj entierra lo que su esfera choca. ¡Helo! Cuatro cuadrantes...
—Devuélveme su figura en las tardes de plomo... su piel blanca
Nos ha tocado la distinción y el grato placer de introducir ante ustedes, con altos respetos, a una personalidad de nuestras letras que por su relevancia y grado de estimación no nec...
«No es lo mismo —decía el maestro, a ton de chanza o sentencia, presente la mínima ocasión– sin César
Asa que asa la calabaza... hasta que llegues, niño mandón. Atiza la niña
—¿Y si despierto? ¿Y si me inundo de grácil brillantez —de ruidosa mudez— en la redonda noche?
—Estoy aquí desde el Principio. Soy el origen y la luz. Soy el centro y la causa infinita. Soy la razón de ser de la ecuación…
Para palpar lo inasible y auscultar lo insondable... ha revelado su presencia el poeta sobre el cosmos. Filósofo, teólogo, sacrílego y mundano, su mirada devela enigmas al soplo de l...
A mis súplicas fervientes presta o… y al suave musitar de mis plegaria… Escucha mis suspiros, mi clamor, y… ¡oh Rey mío y Señor mío, oh Dios!
Habla el árbol. Absoluto, se expresa en su lengua vegetal. Imponente se alza el árbol
Todo lo puedo. El regresar me ha dotado de fuerza… El hogar paterno me dio el sentirm… y moraré tranquilo, enamorado eter… Cual cervatillo herido que vaga po…
Se cae, en cayéndose la noche. Sueño y él: dos hombres que se jun… danse las manos, parlotean del balance del tiempo y de las al… sueño y él: dos sueños que se junt…
Fuga o terrenal esencia. Una llave es como una espada que se nos clava en el pecho. Vértigos da
Tu mano en mi mano siento como un río de sinceridad y, a flor de este sentimiento, declaro: “Soy uno y soy más”. Amigo,