Ese silbo que es de tu alma
que llega en ondas hertzianas
me descubre las lozanas
palabras de son y calma.
Tu palabra corcovea
formando bellas figuras
y me muestra las honduras
que tu corazón desea.
Deseas palabras blancas
también palabras oscuras
algunas de conjeturas,
de sobra palabras francas.
Yo busco en mi fuente interna
las palabras que tú quieres
y encuentro entre mis quereres
a veces palabra tierna.
Las palabras que yo tengo
son solo palabras rojas
como la flor que deshojas.
Solo esas, te prevengo.