Después de siete días de lenta marcha
Bordeando acantilados rojizo naranja
Vemos un rió de radiante plata
Cada paso por la pendiente nos
Recuerda nuestra unión, de mente y corazón
Descansamos del esfuerzo, sentándonos
En derredor del fuego, cercana hay una bella cascada
Bebemos todos de su agua platinada
Los rayos del amanecer atraviesan
Las húmedas ramas de los árboles
Que bordean el agua, que fuerte cae
Chocando con bellas rocas redondeadas
Que parecen perlas blanco plateadas
Una danza de colores y sublimes perfumes
Nutre el aire y nuestros cuerpos, radiantes
Se elevan conformando una cruz
De triángulos, que en rápido giro,
Aumenta nuestra vibración y color
De pronto vemos, de las rocas cercanas emanar
Un fulgor plata, cual magnético puente
Atrayéndonos a la surgente de prístina luz
Así impulsados ingresamos, al tiempo de Wesak