#EscritoresEspañoles
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
No hay nada gratis. Ni siquiera lo que es gratis es gratis de verd… Siempre te lo descuentan
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Lentos por las aceras, inmóviles en las repisas, aovillados
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,