#EscritoresEspañoles
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
Como a veces nos viene a la memoria algo sin importancia que dejamos para el día siguiente
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
Un simple comentario a destiempo, sin ninguna intención.
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
Uno siempre espera que suceda algo, que algo bueno suceda, algo que le dé un giro brusco, un empujón, un bandazo
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,