Este viento que riza y que desriza
agua, nube y espuma transitoria,
se adormece en mi sien, flor sin victoria,
escala de clavel deshecha aprisa.
El lejano perfume se desliza
por la triste mejilla sin memoria,
mejilla sin vejamen y sin gloria,
sin luna, latigazo, ni sonrisa.
Jazmín incólume, pálida corola
que ya no rozan picaflor ni ola
y sólo el aire con su dedo toca.
Pero el dedo del aire es casi un sueño.
Esta mejilla que no tiene dueño
duerme el sueño sin sueños de mi boca.