Hemorragia de luna sobre el parque plateado.
Todo duerme, hasta el loco surtidor de la fuente,
El mastín, taciturno, nos contempla callado
Y una brisa de encanto posa el ala en ni¡frente.
Al andar, nuestros pasos no rechinan la arena.
¿Llevarnos las sandalias de gamuza del sueño?
Nuestra sombra se alarga, majestuosa y serena
Como un manto de corte junto al muro costeño.
¿Esto es limbo o estamos sobre el haz de la tierra?
¿Somos sombras y un círculo de Plutón nos encierra?
El silencio me oprime, como un aro, las sienes.
¡Abre el grifo a la fuente, el mastín azucemos,
Bésame, y al misterio con lascivia ahuyentemos!
¡Si parece de muerte la blancura que tienes!