Quiero abreviarvos, señores, la mi predicación,
ca siempre me pagé de pequeño sermón
e de dueña pequeña e de breve rrasón:
ca lo poco e bien dicho finca en el coraçón.
Del que mucho fabla rríen, quien mucho rríe es loco,
tyene la dueña chica amor grand e non de poco:
dueñas dy grandes por chicas, por grandes chicas non troco;
mas las chicas por las grandes non se rrepiente del troco.
De las chicas, que bien diga, el amor me fiso rruego,
que diga de sus noblesas e quiérolas dezir luego:
direvos de dueñas chicas, que lo tenedes en juego.
Son frías como la nieve e arden más que’l fuego:
son frías de füera; en el amor ardientes,
en cama solaz, trebejo, plasenteras e rrientes.
En casa cuerdas, donosas, sosegadas, bienfasyentes;
muncho ál fallaredes, ado byen paredes mientes.
En pequeña girgonça yase grand rresplandor,
en açúcar muy poco yase mucho dulçor:
en la dueña pequeña yase muy grand amor:
pocas palabras cunple al buen entendedor.
Es pequeño el grano de la buena pimienta;
pero más que la nues conorta e más calyenta:
así dueña pequeña, sy todo amor consienta,
non ha plaser del mundo qu’en ella non se sienta.
Como en chica rrosa está mucha color,
e en oro muy poco grand preçio e grand valor,
como en poco bálsamo yase grand buen olor:
ansý en chica dueña yase muy grand amor.
Como rroby pequeño tyene muncha bondad,
color, vertud e precio, noblesa e claridad:
asý dueña pequeña tiene muncha beldad,
fermosura e donayre, amor e lealtad.
Chica es la calandria e chico el rroysyñor;
pero más dulçe canta, que otra ave mayor:
la muger, por ser chica, por eso non es pior;
con doñeo es más dulce, que açúcar nin flor.
Son aves pequeñuelas papagayo e orior;
pero cualquiera dellas es dulçe gritador,
adonada, fermosa, preçiada, cantador:
bien atal es la dueña pequeña con amor.
En la muger pequena non ha conparación:
terrenal paraýso es e consolaçión,
solás e alegría, plaser e bendiçión,
¡mijor es en la prueva qu’en la salutaçión!
Ssyempre quis’ muger chica, más que grand’ nin mayor:
¡non es desaguisado de grand mal ser foydor!
Del mal, tomar lo menos: díselo el sabidor:
¡por end’ de las mugeres la menor es mijor!