Libro: Mi cama es una balsa a la deriva Autor: Juan Julio Alfaya Fernández Registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual de la Xunta de Galicia.
Quedó vacío el banco sin nosotros, el banco silencioso que aún guarda el secreto de aquellos susurros
Los hombres ensimismados, apoyados con un codo en la barra, pegados como lapas al cubata, o viceversa, ven en una gran pantalla plana
El desplazamiento de lo humano por objetos fabricados por los hom… me hace sentirme ajeno a lo modern… extranjero en este mundo técnico que reemplaza la magia del ensueño…
Icono del dolor, tus ojos se posan en la nada. Tus cabellos se derraman en triste… sobre un pecho que ha olvidado la suave caricia
Sueñan mis ojos, cansados de no verte, con surcar el mar azul de tu mirad… Ayer se cruzó mi soledad con tu sonrisa
Te recuerdo tocando este himno alegre y funerario compuesto para negros felices en su exilio y su inocenci… En las altas horas de la noche
Deja que la música te posea, que ella te baile a ti, no tú a el… que recorra tu cuerpo y tus secret… sin que éstos le opongan resistenc… que el ritmo se adueñe de tus pies
Tú no tienes un nombre que yo pueda pronunciar. Eres y me basta. Tu voluntad es que yo “sea” desde Ti:
Mis ojos esperan tu mirada hambrientos y abiertos como picos de crías de golondrina anhelando que los tuyos vengan y los sacien
Aprende a vivir solo. De lo gregario solo nace la barbar… Las masas no piensan, obedecen. En cuestiones de conciencia no dependas de nada ni de nadie,
Cada vez que abro mi buzón el alma se me llena de vacío debido a la ausencia de esa carta que tú me prometiste y que presiento
Detrás de la agitación y lo febril se ocultan la rutina y el hastío, por eso yo prefiero morir de amor a fuego lento a ser fulminado
El manso río que contemplaba arrobado cuando niño lo ocultan ahora grises edificios
¿Quién retrasó nuestro encuentro? El miedo. ¿Quién te expulsó de mi cielo? El miedo. ¿Quién robó la paz que en mí pusis…
Mis poemas no son para los sofisticados, los herméticos, los pseudomísticos, los oscurantistas,