Libro: Mi cama es una balsa a la deriva Autor: Juan Julio Alfaya Fernández Registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual de la Xunta de Galicia.
El manso río que contemplaba arrobado cuando niño lo ocultan ahora grises edificios
Mi Biblia descansa callada en la… Nos miramos con respeto, apenas nos hablamos. Algunas de sus páginas me aterran, otras no las entiendo
No puedo resistir la tentación de orientar siempre mis pasos hacia lo desconocido. Así que decidí internarme en aquel… entre curioso y precavido
Deja que la música te posea, que ella te baile a ti, no tú a el… que recorra tu cuerpo y tus secret… sin que éstos le opongan resistenc… que el ritmo se adueñe de tus pies
Los hombres destruyen porque piens… Se inventan dioses que enfrentan y… Las cosas, sin embargo, sólo son. Están ahí para ser usadas, conserv… pero carecen de voluntad para hace…
Mis poemas no son para los sofisticados, los herméticos, los pseudomísticos, los oscurantistas,
Lluvia menuda que caes blandamente, dulce pájaro de agua que anidas en mi oído, agua eterna
Lo que siento por ti ¿voy a encerrarlo yo en un nombre? ¿No será mejor dejarlo vivir, cuidarlo y acogerlo y alabar a Quien hace posible que…
Detrás de la agitación y lo febril se ocultan la rutina y el hastío, por eso yo prefiero morir de amor a fuego lento a ser fulminado
Mientras nuestras palabras celebraban nuestro encuentro, sin que tú te dieras cuenta te fui robando cosas, misterios, milagros,
¿Qué misteriosa ley me obliga a levantar el vuelo otra vez hacia el Sur, como hace años, y vagar entre la luz y el azahar
No bendigas, Señor, nuestro pan pues no lo necesita. Bendice a quienes no recuerdan lo que es un alimento. Dales a ellos la felicidad
Sueñan mis ojos, cansados de no verte, con surcar el mar azul de tu mirad… Ayer se cruzó mi soledad con tu sonrisa
Todo viene a mí como un milagro cuando dejo que las cosas acontezcan según un gozoso designio