¿Desde cuándo marchabas a mi lado,
Desde cuándo tus pasos?
¿Desde cuándo, en la noche, aproximándose,
Ocultos tras de cada latido? ¿Desde cuándo?
¿Desde cuándo, en la noche, por los valles sin nombre,
Rastreando mi angustia?
Y tras de cada puerta abriéndose, y de cada
Recodo el camino, ¿desde cuándo?
¿Desde cuándo tus sienes en las salvias
Del reposo tranquilo?
¿Desde cuándo tus brazos en los cálidos ramos
Del viril eucalipto, bajo las siestas altas?
¿Y desde cuándo el pedregal desnudo;
Desde cuándo el desierto irredimible?
¿Desde cuándo la brasa los párpados;
Esta sed, desde cuándo?
¿Desde cuándo este siempre irrevocable;
Esta muerte creciendo, desde cuándo?