#EscritoresColombianos (1891-1896) El de libro versos
Algo terrible sentirá tu alma, In… Que el taller tornas de la pobre o… En lupanar maldito! Era una hermosa niña! Sus pupilas Tuvieron luz y brillo,
Junto a la cuna aún no está encend… la lámpara tibia, que alegra y rep… y se filtra opaca, por entre corti… de la tarde triste la luz azulosa. Los niños cansados suspenden los j…
¡Oh voces silenciosas de los muert… Cuando la hora muda y vestida de fúnebres crespones, desfilar haga ante mis turbios ojo… sus fantasmas inciertos,
A veces, cuando en alta noche tran… sobre las teclas vuela tu mano bla… como una mariposa sobre una lila y al teclado sonoro notas arranca, cruzando del espacio la negra somb…
Las cosas viejas, tristes, desteñi… sin voz y sin color, saben secreto… de las épocas muertas, de las vida… que ya nadie conserva en la memori… y a veces a los hombres, cuando in…
Tu tez rosada y pura; tus formas g… de estatua de Tanagra; tu olor de… el carmín de tu boca de labios ter… las miradas ardientes de tus pupil… el ritmo de tu paso; tu voz velada…
¡Rítmica Reina lírica! Con venusi… cantos de sol y rosa, de mirra y l… y polícromos cromos de tonos mil oye los constelados versos mirrino… escúchame esta historia Rubendaria…
Cuando enferma la niña todavía salió cierta mañana y recorrió, con inseguro paso la vecina montaña, trajo, entre un ramo de silvestres…
Juan Lanas, el mozo de esquina, es absolutamente igual al Emperador de la China: los dos son el mismo animal. Juan Lanas cubre su pelaje
De todo lo velado, tenue, lejana y misteriosa surge vaga melancolía que del ideal al cielo nos conduce… He mirado reflejos de ese cielo
Era un poeta lírico, grandioso y s… que le hablaba a la tierra una tar… frente a una posada y al volver de… —¡Oh madre, oh tierra! —díjole—, e… nuestra existencia efímera tal par…
Cuando ya de la vida el alma tenga, con el cuerpo, rota… y duerma en el sepulcro esa noche, más larga que las otras… mis ojos, que en recuerdo
Mientras que acaso piensa tu trist… en la patria distante y sientes fr… al mirar donde estás, y el desvarí… de la fiebre conmueve tu cabeza, yo soñando en tu amor y en tu bell…
Melancólica y dulce cual la huella que un sol poniente deja en el azu… cuando baña a lo lejos los espacio… con los últimos rayos de su luz mientras tiende la noche por los c…
Oh dulce niña pálida, que como un… de tu inocencia cándida conservas… a quien los más audaces, en locos… jamás se han acercado con carnales… tú, que adivinar dejas inocencias…