¿Quién te ha querido en la vida
más que mi pecho?
¿Quién te siguió por el mundo
más que tu sombra?
¿Quién aguantó tanto insulto
y tanto desprecio?
Yo, que llevaba en el alma
calor de sobra.
Sé que te sigo queriendo
más que cualquiera,
sé que hasta el último beso
voy a llorarte;
pero no voy a pasarme
la vida entera
arrodillado a tus plantas
como un cobarde.
Si has decidido dejarme
no te lo impido,
yo ya sabía que mi muerte
no era en tus brazos.
Yo, la tristeza más grande
ya la he sentido;
tú, que no sabes de penas
te harán pedazos.
¿Quién va a quererte en la vida
más que mi pecho?
¿Quién va a seguirte en el mundo
más que tu sombra?
Para aguantar tus insultos
y tus desprecios
hay que llevar en el alma
valor de sobra.