Andrés

Para Papá

el alma, ahogada en el silencio de quien sufre
incapaz de expresar aquel sentido que la aturde
la comprendí de pronto cuando me encontraba así
con algo que decir, pero sin nadie que oír
pudiera
y no era la primera vez que me ocurría que un hombro quisiera
y llorar
pues así el dolor se hace más blando
así el alma subsana aquello que la está quebrando
es un misterio, no se si habrá alguien más así
que siente algo por dentro que aún no logra definir
pero que entiende, que no comprende y no por ignorancia
el alma es el lenguaje de cada amarga experiencia que pasa
y dentro la nostalgia fulgurando
destellos de tristeza en mi alma penetrando
porque no ha sido nada como yo creí sería
porque en vez de haber cariño queda adentro esa agonía
que crece, y que no debería ser así
porque pasa que esta vida no fui yo quien la escogí
y así la viví, creciendo entre tu ausencia y mi sueños
que algún día tú llegaras a abrazar a ese pequeño
que se queda, atrás entre el pasado y sus juegos
que le enseñaron más que tus rechazos y abandonos
la costumbre, fue quién inventó mi cara al verte
y el dolor quien se quedo cuando al fin tu te marchaste
y te fuiste, dejando atrás tres almas indefensas
que rotas han vivido y con gran dolor a cuestas
7 años ya andando a la sombra del querer
de aquel ser que el destino me hizo descender de el
y es que tú hijo, quién está escribiendo cada verso
recuerda las promesas que aún suspiran en el viento
los “te quiero” que nunca he escuchado de tu voz
tan solo un cruel rechazo que se aloja en mi interior
y que crece, al unísono conmigo
que ha sido mi único padre, que ha sido mi único amigo
y aún no entiendo, que parte de la historia me perdí
en que parte del cuento yo me desaparecí
pero si... parece que volví en un mal momento
descubrí que tus pasos de los míos estaban lejos
con llanto en mis mejillas y rencor en mis adentros
comprendo que tu vida de la mía está muy lejos
y adiós, aunque ya sea tarde para darlo
alzo mi mano al viento porque ya me estoy cansando
de soñar, que algún día me regales tu cariño
pero ya no soy el de antes, ya no soy aquel pequeño
que veía a su padre como un héroe entre sus sueños
del cual esperaba tanto menos ese tonto empeño
de tratar de ser algo que jamás le nació ser
y de regalarle a otros su sentir y su querer.

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