Resulta que la Calaca,
Cansada de figurar
En el anual toma y daca
De eso de calaverear,
Decidió hacer un compendio,
Sin mucha solemnidad,
Para escribir sin dispendio
Calaveras de verdad.
Y convocó cuanto antes
A difuntos eruditos:
Shakespeare, Milton y Cervantes,
Famosos por sus escritos.
Y puestos a trabajar
Redactaron un escrito
Que me permito copiar
Directo del manuscrito:
Escribir varias estrofas
Es un trabajo sencillo
Como comer alcachofas
O atole con piloncillo.
—Una estrofa: cuatro líneas,
—Se apuntó a decir Cervantes—
Estas líneas consanguíneas,
Con sus rimas consonantes.
—Y cada línea es un verso,
Siete, ocho o nueve sílabas
—Añadió Milton, perverso,—
Y se llaman octosílabas:
Si terminan con aguda
Serán siete, si con grave,
Ocho sílabas, ¿Hay duda?
Y si una esdrújula cabe
Entonces ya serán nueve
Sílabas en cada verso.
Bien. Les deseo que sea leve
El trabajo y el esfuerzo.
Aquí Shakespeare, con decencia,
Interrumpió, –Momentito,
Aquí falta la cadencia
Cada verso es cantadito…
La Muerte, en tono disperso,
Dijo: –Yo no soy un genio
¿Qué le pongo en cada verso?
—Los tres clamaron: -¡Ingenio!