Por el aire de estío
La gaviota ascendiendo
Domina la extensión, el mar, el mundo
Bajo azul, bajo nubes
En vellones muy blancos,
Y suprema, reinante,
Se cierne.
Todo el espacio es onda traspasada.
Plumajes blanquinegros
Detienen la ascensión,
De pronto resbalando sobre el aire,
Sobre la luz vastísima.
Sostiene la blancura del vacío.
Y, suspensas, las alas se abandonan
A claridad, a fondo trasparente
Por donde el vuelo, sin acción las alas,
Subiste,
Se entrega a su placer, a su caer,
Se sume en su pasar
Puro instante de vida.