Hacia un posible mas allá del caos
van los días del hombre valeroso,
y emergiendo de brumas y de vahos
sueñan, inventan en tensión de coso.
El tiempo se enriquece, se desgasta,
y entre azar y desorden indomable
la mejor invención será nefasta,
y el loco será entonces quien más hable.
Mientras, la realidad sin voz desea
ser en concierto perspectiva humana.
Si se logra ese quid, hasta la fea
visión da aire de triunfo a la mañana.
Aquí mismo, aquí mismo está el objeto
de la aventura extraordinaria. Salgo
de mí, conozco por amor, completo
mi pasaje mortal. Vivir ya es algo.
Una fuente incesante de energía
fundamenta el suceso: cada hora.
Prodigio es este pan de cada día.
Luz humana a mis ojos enamora.