Un recuerdo—pasado deleitoso—
me ataca y se apodera
tanto de mí que interna primavera
me somete a su acoso.
Aquel amor aun vibra
bajo el impulso de una imagen, mero
fantasma. Pido, quiero.
un imán se me impone fibra a fibra.
El espíritu invade mi existencia
con poder soberano.
Espíritu ya es cuerpo. ¿Quién presencia
tal fusión, tal arcano?
Amor, que fue tan fuerte
durante aquel minuto fenecido,
saliendo de su nido
mental en sensación se me convierte.
Mi memoria ya es carne, ya un placer
—soñado—resucita,
ya la verdad de mi vivir da cita.
¿Alma, cuerpo? Mi ser.