Jocelyn García

La carta que no quiero enviar

17 de agosto 3pm

Mi amor.
Pareciera que el silencio y la distancia hubiera acabado con nuestra propia existencia (la muerte)
Tampoco hubo tiempo de realizar cada plan que teníamos, que te seré sincera no nos hubiera alcanzado la vida para tanto. Y que con resignación pienso en lo que tenía planeado para hoy, mañana y pasado.
Los días resultan complicados porque la inercia  te obliga a seguir caminando aunque sientas los pies encadenados y el peso de mil piedras encima de tu cuerpo, que tengas que carraspear un poco para que la voz no se escuche entrecortada y secarte las lagrimas sin que nadie se de cuenta.
Diría Merly una verdadera putada. Pero es lo que es.

Te escribo sin intención pero si con nostalgia.
Nuestros pensamientos y formas siempre tan distintos que parece increíble que nuestros sentires fueran tan familiares y se que hoy; en estos momentos, sientes lo mismo que yo . Profundas tristezas combinadas por la paz de mi ausencia.
Frustración e incertidumbre con calma y resignación.
Un regreso a la normalidad.
Un laberinto de emociones y pensamientos.
Una montaña rusa de llanto, liberación y coraje.
Un dilema por intentar encontrarnos una vez más o seguir caminando.
Hace poco leí; que en las separaciones nos  aferramos  a la tristeza porque es lo único que nos mantiene unidos; y que cuando el estado de tristeza  se termina, también  el sentimiento.

Al final se cumplió lo que temíamos: Pensábamos que luego de tantos golpes que nos había dado la vida nos tocaba ser felices, pero en realidad solo fue una lección para hacernos más fuertes.
Rememoro nuestros impulsos, inmadureces y  pasión ante el romance. Tal vez fuimos muy estúpidos al intentarlo o tal vez muy valientes.

Lo que se; es que al inicio no nos daba miedo bailar en medio de los incendios y hoy caminamos con temor hasta de las cenizas. Cada día con  más incredulidad y  pesimismo. Es lo que sucede cuando la gente crece, madura y se decepciona de la vida misma.

Solo quería escribirte estas líneas para que supieras que no quería dejar de luchar, de creer y de intentar.
Intento olvidarte a cada momento y al mismo tiempo busco cualquier cosa que me regrese a ti,  así de incongruente y caótica resulto.

En fin... Este es un amor que nos rebasa, que cae en la locura. Un amor que se construyo en medio de la guerra, de nuestra propia lucha interna.
Un pacto que habíamos hecho para olvidar nuestra cruel realidad y que al final nos volvimos ancla y salvavidas.
Un amor que requiere esfuerzos sobrehumanos para resistir en el presente y que ya heridos y cansados nos duele sostener.
Un amor que ni tu ni yo queremos soltar, que se siente como laberinto sin salida.
Un amor que nos ha tomado de sorpresa, inmaduros, orgullosos y egoistas.
Que nos hace tanto mal como bien.

Ojala  algun día pueda descubrir como un amor puede tener tanta certeza y a la vez tanta incertidumbre.
Me doy cuenta de que es un amor lleno de contradicciones en donde tal vez no llegamos muy tarde, sino muy temprano.
Llegamos temprano a algo que podría durarnos la vida entera si primero hubiéramos arreglado y reparado el corazón donde habitaría el otro.

Yo te prometo que ahora que no estés y vayas a encontrarte yo arreglare mi corazón.

Para que a  tu regreso, vengas con certezas donde no quepa en ti la duda, donde puedas entregarte enteramente a mi, donde puedas verme tan real que no te arrepientas ni desilusiones y aprendas a aceptarme con mis defectos y complicaciones  y yo aprenda a quererte, a comprenderte a cuidarte y no tocarte donde te duele.

Mi más grande logro fue el mismo que el tuyo y eso nadie nos lo puede quitar.
Tu: Enamoraste, cautivaste y obsesionaste a una mujer dueña de su libertad, tiempo y soledad. La que se entregó a ti incondicionalmente y que solo le faltó sacarse el corazón para darte todo

Yo: llegar a los sentimientos más profundos de un hombre incomprendido y misterioso, descubrir una parte que nadie había visto, regalarte espontaneidad y liberarte de una mascara.

Sin animo de desestabilizar tu vida . Te amo

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