En la razón de un adiós encontré el motivo para seguir creación sin creer en la condenación que trae con sigo la decepción latente de la perfección, acepte vivir sin remedio mi prolífico ser y ser quien te roba los sueños bebe, alegrarme sin explicación y preguntarme si amarte tanto es suficiente y te dije adiós una y mil veces y ya ves sigo amándote.