Ocultandolo todo.
Me acerco, te veo a lo lejos; Mi cuerpo y corazón se consumen lentamente mientras mis manos tiemblan.
La mirada se torna borrosa entre los pasantes ahí cerca, mi voz se apaga y todo está bajo el miedo intenso.
Los nudos me atrapan cuando te siento cerca de mí, fue inevitable no morir cuando contaba los minutos para verte, no se que siento, sólo mis pupilas se dilatan y el alma se esconde como un pequeño ratón.
Respiro hondo entre los oscuros murmullos de mis pensamientos, diciendo que te quieren cerca, que no tenga miedo; Y que si al menos no lo intento, me arrepentiré por siempre.
—Valentina Ortiz.