Trip #99
Trip #99,9999
El arte no se aprende:
llega como un relámpago en la médula,
un incendio sin permiso que calcina la razón.
No se encuentra en los montes ni en las bibliotecas,
sino en el temblor imprevisto de lo irrepetible:
ese roce fugaz entre el caos y la palabra.
Y cuando quiero apresarlo,
cuando intento domesticar su esencia en letras,
solo queda el aroma del fósforo quemado:
testigo de una llama que fue y nunca será de nuevo.
Porque el arte es eso:
una trampa luminosa que arde y se desvanece,
mientras nosotros, necios,
seguimos persiguiendo el humo.
Liked or faved by...
