todos los días y yo amanecemos todos los días y yo aprendemos todos los días y yo
no soy poeta si fuera poeta le pediría a esos ojos lumbre para la oscuridad mía
arañando la puerta como pidiendo permiso con la mirada al piso esperando en vano encuentro de nosotros
el pan de los domingos es mi amigo duro, luchando por no ajar asintomático añorando