Loco.
Así me llaman los cuerdos,
cuerdos que no saben cómo añadirle
un poquito de locura a su monotonía.
Cuerdo.
Así me llaman los locos,
locos que no consiguen enraizarse
ni plantar los pies en la tierra plena.
Caminante eterno,
sin rumbo,
hago camino al andar;
hago del errar mi unico destino,
hago del paso mi respiro
y de la mirada atenta mis alas.
Soy tan libre
y tengo tantas posibilidades
que con sólo contarlas
entro en crisis.
Aún espero el día
en que podamos despertar,
en que nos saquemos las máscaras
y bailemos al compás de nuestra vida, en éxtasis.
Y con tanto mundo descubierto,
caminado, recorrido,
ahora me toca descubrirme a mí.